Una de las jugadas más polémicas del encuentro entre el Valladolid y el Atlético de Madrid llegó en el minuto 81. Saque de esquina desde la banda derecha del ataque vallisoletano, Nahuel Molina trata de despejar y desvía el balón que acaba dando en la mano de Saúl cuando éste trataba de recogerla. Tanto en el campo como desde el banquillo reclamaron la pena máxima. Sin embargo Mateu Lahoz ni siquiera fue al VAR para revisar la acción.





Un penalti que no se pitó porque la norma dice que si la pelota pega en la mano después de un despeje de un compañero no puede ser mano. Así que el colegiado acierta al no señalar nada.

Desde el Valladolid protestaron airadamente la acción tanto en el campo como en las apariciones públicas posteriores como fue el caso de su entrenador, Paulo Pezzolano: «Me parece increíble que gente que está delante de un ordenador, que está específicamente para estas cosas, no señale el penalti, cuando ha sido una mano clara», a lo que añadió que «me voy disgustado porque después del 3-2 llegaba ese penalti por mano, que no se pitó. Esos detalles no me gustan. Y tengo claro que jugando así, compitiendo así, ganaremos más veces de las que perderemos y ante el Rayo iremos a por todo».



Desde el VAR si lo vieron pero debido a la normativa no se puede señalar como penalti. 


Lee también

EFE

Horizontal


Lee también

Walter Zimmermann

Horizontal


Lee también

Javier G. Gómara

Vertical

0 Comments

Leave a Comment